¿Estoy ayudando a mi hij@?
Cuando nuestros hij@s comienzan el colegio, se nos hace imposible no interesarnos por su proceso de aprendizaje lo que conlleva ayudarles en determinadas asignaturas sobretodo si nos piden ayuda. Esta voluntad de ayudar es una gran virtud, ya que no todos tienen el lujo de poder hacerlo, pero si lo hacemos debemos tener en cuenta algunos factores que puedes ser perjudiciales para ellos.
1. Darles la respuesta.
Ayudar no significa dar la solución, sino guiar. El proceso de acompañamiento durante las tareas es muy importante ya que los más pequeños pueden no ver las pistas que le llevan a la resolución de los ejercicios. Lee con ellos el enunciado del ejercicio, el gran olvidado que muchas veces se da por entendido; lee con ellos el ejemplo y dale nuevos ejemplos si es necesario; repasa la teoría sobre lo que se basa el ejercicio para que conecten ideas. Darles la solución no es la vía correcta, ya que ellos conectarán la ayuda de los padres con la respuesta fácil.
2. El lugar de estudios.
Aunque parezca una tontería, respetar el lugar de estudio es igual de importante que mantener una rutina de tareas. El lugar debe estar adaptado para ello, con una buena iluminación, sin distracciones y que el lugar siempre sea el mismo. Es cómodo tener a nuestr@s hij@s haciendo los deberes en la cocina mientras preparamos la cena, pero quizás no es lo más conveniente para ellos ya que se pueden distraer fácilmente.
3. No consultar la agenda de nuestros hijos.
Nos fiamos de su palabra y los dejamos hacer los ejercicios sin dudar de su memoria, pero hay veces que nos podemos liar con la página o el número de la tarea, así que lo mejor es mirar bien lo que se haya apuntado para salir de dudas y confusiones. Además, este método para asegurarse de las cosas, les ayudará en una mejor organización futura.
4. Perder la paciencia.
Comentarios negativos como “Uff, ¡cuantos deberes!” o gritos no son buenos consejeros en situaciones de estudio. Nuestro hij@ puede ya sentirse frustrad@ o deprimid@ por los deberes que cualquier aportación negativa puede empeorar la situación. Respiramos hondo e intentamos ponernos en su lugar comprendiendo los bloqueos y ayudándoles a superarlos.