Viaje a Japón Noviembre 2011

Después de un largo  viaje llegamos a Tokio. Nos alojamos en el hotel New Otani, es como una pequeña ciudad con muchos restaurantes y boutiques y con un maravilloso jardín japonés.

Que decir que durante varios días tuvimos el sueño cambiado a causa de la diferencia horaria. Fuimos para entrevistarnos con algunos agentes japoneses, visitar algunos amigos y hacer un poco de turismo.

La visita tuvo lugar en el Instituto Cervantes de Tokio. Nos atendieron muy bien. Su director Victor Ugarte nos hizo una recepción maravillosa con paella y buen vino español incluido. Fue muy gentil y nos enseñó las instalaciones de su centro. Él lo diseño en gran parte.

Tokio es una ciudad a la que hay que sacarle el jugo. Tienes que investigar y pronto aparecen sitios y personas insospechadas. Por ejemplo, estando paseando por Ginza (por si no lo sabéis la calle con las tiendas más lujosas del mundo , encontré un restaurante taberna con muy buena pinta y decidí entrar. El local es una especie de cervecería donde también se sirve comida tradicional. Allí y por sorpresa, conocí a un señor japonés que estaba sentado en la mesa de al lado con su mujer. Después de chapurrear algunas palabras en inglés me pidió que me sentara con ellos. Él es pintor y con su inglés básico pudimos mantener una conversación muy amigable sobre los tópicos de nuestros países.

Tokio tiene lugares tradicionales que hay que visitar, por ejemplo, Asakusa, es una especie de mercadillo con tiendas de recuerdos y comidas de todo tipo donde van todos los turistas por su colorido, ambiente y por ser muy tradicional. Al final de paseo del mercadillo nos encontramos con un templo enorme donde los japoneses oran y hacen ofrendas.

Tsukiji , el mercado de pescado más grande del mundo es otro de los lugares que no hay que perderse. Allí puedes encontrar especies de pescado, marisco y moluscos con un aspecto completamente distinto al que estamos acostumbrados en España.

Las vagonetas van a vienen y tienes que estar un poco atento puesto que tú eres un intruso en su mercadeo.

Nunca en mi vida he visto tanto atún junto. Y qué técnica para cortarlo con unos cuchillos que semejan espadas. Para los japoneses el trocear el atún es como para los españoles el corte un buen jamón.

Otros lugares de interés son:

Akihabara para los locos por los aparatitos electrónicos. Allí puedes encontrar cualquier novedad y todo muy concentrado.

Shinjoku para los jóvenes y … donde se encuentra el fomoso cruce en diagonal de peatones. Y la estatua del perro fiel Akita.

Pero con todo y con eso lo que más me sorprendió de este país es la mezcla que desde los años de posguerra se ha realizado entre el tradicionalismo japonés y el consumismo y capitalismo americano. Es curioso ver a personas adultas tener fascinación por multitud de dibujos animados y personajes Disney.

Me fascina el sentido grupal que tienen. No sé si es una primera impresión o en realidad una necesidad. Para la mentalidad de un español hay demasiada reglamentación y si no la cumples ellos no saben lo que hacer contigo pues no está en el reglamento. Simplemente se bloquean.

Tokio es una ciudad limpia, tranquila a pesar del gran número de personas que viven en ella.

Tiene su puntito y es una ciudad a la que hay que volver de vez en cuando e ir descubriéndola poco a poco pues tiene muchas facetas insospechadas para el turista de tour operator.