Los errores más comunes en inglés

Cuando estamos aprendiendo algo, es inevitable equivocarnos. Cada disciplina tiene sus errores típicos, como el que aprende a coser y las primeras puntadas las hace sin bajar el prénsatelas de la máquina, todo un clásico. Hoy te contamos los errores más comunes en inglés, por qué se producen y cómo evitarlos.

1. La -S de la tercera persona del singular del presente simple.

Obviarla parece algo automático, pero el presente simple cuando lo conjugamos con he, she o it la necesita. Hay que pensar que la voz presente en inglés es igual para todos los pronombres, así pues esos marcan la diferencia llevando la dichosa -s al final.

La razón por la que evitamos añadirla es simple, en español la -s se asocia a los plurales por lo que alumnos de niveles principiantes la añaden a pronombres plurales. Un truco para ayudarte es pensar en la tercera persona del singular como la excepción que hace la regla.

2. Usar el more en todos los comparativos.

Siempre decimos que traducir no es algo que juega a nuestro favor. De hecho cuando usamos los comparativos es un clásico ejemplo de una traducción literal que no tiene sentido. El more es cierto que aparece en las construcciones comparativas, pero solamente cuando acompaña a adjetivos largos así como beautiful o expensive.

Nos pasa esto porque al traducir queremos buscar un correlativo de nuestro más, como más alto así decimos more tall en vez de taller. Recuerda, si el adjetivo te cabe en un chasquido de dedos, añade -er.

3. El pasado simple y el presente perfecto

¡La confusión está servida! Cuando usar uno y cuando usar otro es una de las destrezas básicas que nos aparecen en B1 por ejemplo y algo que deberíamos dominar sin dudar en un B2 y adelante. La mayor diferencia es que el pasado simple está acompañado de alguna referencia temporal que nos dice cuando la acción ha pasado. Esta referencia puede estar presente en la misma frase o en el contexto. en cambio el presente perfecto, no hace una referencia precisa o detallada de la acción.

El truco es que si al hablar por error usas el pasado simple, añádele rápidamente una connotación temporal para ayudarte a salir del apuro.

Como estos hay otras pequeños tropezones que son más comunes de lo que piensas, así que no te desesperes y ¡sigue practicando!